El pintor panameño Rodney Zelenca expone bajo el titulo “Realidades Incomprensibles” en el museo de Arte Contemporáneo de Querétaro sus últimas obras pictóricas que hablan de la inmigración, los desplazamientos forzados, la violencia, la guerra y el abuso de poder. Mujeres y hombres se ven sumergidos en la desesperanza, abstraídos en su desgracia y ante una realidad que les ofrece miseria.
El color rojo es el protagonista de las pinturas de Zelenca, quien representa con montañas de zapatos, maletas, bolsos y objetos cotidianos; caos, desesperanza y olvido. Pancho López, curador de la obra dice al respecto: “dejar atrás, caminar, asirse a una idea de cambio, de futuro, de prosperidad. Cruzar una frontera puede ser un ideal anhelado”. Sin embargo, el trayecto hacia ese futuro esta impregnado de necesidades, dolor, carencias, peligros e incluso la muerte.
Rodney muestra sus pinturas como si se tratase de imágenes que vienen de pesadillas tormentosas donde objeto y ser se diluyen en una mismo grito de auxilio rompiendo con lo cotidiano. Mostrándonos de cerca la realidad que viven miles de personas en todos el mundo y que no queremos ni ver ni escuchar. Las figuras duermen con el peso de un clavo en sus cabezas, toman agua del suelo, esperan en largas filas y se enfrentan a un linea divisoria y a la autoridad que cuida ese tan buscada tierra de sueños.
No podrán recibir asilo en Estados Unidos las personas que crucen ilegalmente la frontera. Esta medida del presidente Joe Biden busca dificultar la entrada al país; que recibe diariamente hasta seis mil inmigrantes. La abogada Ingrid Morfa aseguró que los protocolos que usen los agentes fronterizos, del miedo creíble, serán mas rigurosos; pero dejan intactos el CBP One y el Parole Humanitario.
Según analistas políticos, la decisión de Biden busca aplacar la critica de la oposición que lo culpa de la crisis fronteriza que vive el país tras la proximidad de las elecciones; bajo el argumento de la negativa del congreso de aprobarle un presupuesto de emergencia de 14 mil millones de dólares para aumentar la seguridad fronteriza y acelerar los casos de asilo y las deportaciones en la frontera con Mexico.
La medida otorga además un mayor poder discrecional de los agentes de inmigración para hacer deportaciones expeditas a aquellos extranjeros que no tienen base legal para permanecer en Estados Unidos. Según, la Dra. Morfa estas acciones no tienen un carácter permanente y se suspenderá cuando el número de inmigrantes que cruza la frontera baje a un punto que se pueda gestionar las operaciones fronterizas de forma segura y eficaz.
La decisión protegerá a los menores no acompañados, que seguirán siendo procesados bajo el amparo del Acuerdo Judicial Flores de 1997; y víctimas de trata y contrabando humano. El plan indica que aquellos no ciudadanos que tengan una causa válida de asilo “ recibirán rápidamente alivio y/o protección migratoria”.
La abogada Ingrid Morfa aseguró que entre 4 y 6 mil personas tratan diariamente de entrar a Estados Unidos a través de las diferentes fronteras con México y exhortó a los inmigrantes a canalizar por las vías legales su entrada al país del norte; en el marco del lanzamiento de la publicación “ SER INMIGRANTE”.
Un nutrido grupo de estudiantes de derecho, representantes de diferentes organizaciones sin fines de lucro y de albergues para inmigrantes se dieron cita en el LAB de Nuevo León, para escuchar un diálogo transfronterizo entre la Dra. Morfa de Estados Unidos y el abogado mexicano Pedro Marroquín de la ONG “Paso de Esperanza” patrocinadora del evento. Ambos coincidieron que la publicación “ SER INMIGRANTE” proporcionará a muchas de personas las herramientas necesarias en materia de inmigración.
“Miles de hombres y mujeres se encuentran en la desesperada carrera de pasar hacia los Estados Unidos sin recursos económicos, sin un plan trazado y totalmente desinformados. Esta publicación puede hacer entender el complejo proceso al que se va aa enfrentar el inmigrante sin que le quite la esperanza, pero lo acerque a la realidad ”, aseguró la Dra. Morfa patrocinadora de la iniciativa.
El evento se realizó pocos días después que el presidente Biden emitiera una orden que impide solicitar asilo a inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera de forma ilegal. El abogado mexicano Marroquin, por su parte, expresó preocupación por la cantidad de inmigrantes que al no poder entrar a Estados Unidos preferirá quedarse en tierra azteca como premio de consolación.
La abogada Ingrid Morfa hizo una charla a inmigrantes en la Casa Nicolás, en Monterrey, sobre el proceso de asilo en Estados Unidos. Los refugiados de diferentes naciones, principalmente Ecuador, Honduras y Colombia, expusieron sus casos y la especialista le respondió todas sus preguntas. En el recinto habían alrededor de 120 personas entre adultos y niños.
La Casa Nicolás tiene 16 años funcionando como centro de acogida de inmigrantes, protegiendo sus derechos humanos y promoviendo su integración social. La directora del refugio Nelly Morales y el abogado de la institución Luis Valencia recibieron a la Dra. Morfa; quién pudo conocer las instalaciones del refugio y los servicios que en el mismo se prestan.
El refugio se supone que alberga por un periodo muy corto al inmigrante, pero la carencia de suficientes lugares de acogida en Monterrey empuja a que hayan personas que se queden más de 6 meses. Los inmigrantes reciben no solo techo y alimentos; además les proporcionan ayuda para sus tramites de regularización migratoria, retorno voluntario, reunificación familiar, entrevistas de elegibilidad, asesoría, orientación y empoderamiento de la población migrante.
La voluntad del grupo de trabajo en Casa Nicolás es inmensa pero no así sus recursos que son escasos. La Dra. Morfa, viendo esa realidad, se comprometió a ayudar al albergue no solo con charlas en materia jurídica sino con donaciones de todo tipo que necesita su población migrante que transitan por Monterrey, la mayoría con destino al país del norte, pero también un buen número que desea establecerse en México.
La Administración del Seguro Social niega un gran número de casos de incapacidad. Esta situación desmotiva a muchas personas a pelear por su derecho a recibir una compensación económica porque enfrenta una condición que no le permite trabajar más. Al respecto, la abogada Ingrid Morfa enumera tres sugerencias que aumentan la probabilidad de ganar el caso:
1- Documentar su condición por un médico especialista: el Seguro Social usará sus archivos médicos en conjunto con la información contenida en su aplicación. El aplicante debe ser consistente con sus vistas médicas, a lo largo del tiempo que la ha sufrido, para presentarlas y ser elegible.
2- Comunicar todos su padecimientos a los médicos visitados: el sistema médico en EEUU hace que una persona enferma tenga que ver primero a un médico de cabecera para que luego éste lo remita a un especialista. Es fundamental que el paciente exprese todas y cada una de sus dolencias a todos los médicos que vea en el transcurso de su enfermedad. Puesto que todo ese historial se adjuntará al caso.
3- Tener sus archivos médicos en mano antes de aplicar: esto le permitirá someter la aplicación con toda la evidencia médica y le facilita el proceso a su abogado ( en caso que lo tuviera).
La abogada Morfa, advierte que muchos abogados no aceptan los casos de incapacidad sino han sido rechazados previamente, dado que habrá un retroactivo monetario que le permitirá al abogado ganar más dinero. Sin embargo, lo ideal es contratar al especialista ante de comenzar el proceso. En este tipo de caso no se paga por adelantado sino cuando se gana el caso y el Seguro Social le mandara una carta al aplicante diciéndole cuanto debe pagar de honorarios.
El aplicante debe tener paciencia puesto que este proceso puede durar de meses o incluso años. Hay varias etapas de apelación y cada una requiere llenar nuevos formularios, comunicaciones con sus doctores y con el Seguro Social. La abogada Morfa, exhorta a todos aquellos que se encuentren en esta lucha de continuar asistiendo a sus consultas médicas e irle dando seguimiento al caso con el abogado contratado.
Esta noticia llena de esperanza a millones de personas en todo el mundo que huyen de conflictos armados y persecución. La cuota para América Latina y El Caribe oscila entre 35 mil y 50 mil asignaciones. Las poblaciones de Venezuela, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Ecuador, Colombia, Cuba y Haití han sido, en la última década, las más vulnerables por las crisis políticas, sociales y económicas que atraviesan. Desde la pandemia del COVID-19 las fronteras de Estados Unidos han recibido a miles de personas que se encuentran huyendo de diversas situaciones que enfrentan en su país de
origen.
¿Yo soy sujeto a pedir asilo en Estados Unidos? Esta es la pregunta que se debe hacer una persona, que vive en una situación vulnerable en su país natal, y que quiere emigrar hacia Estados Unidos. Ser pobre, tener un gobierno de izquierda, vivir en un país con alta tasa de delincuencia o pocas fuentes de trabajo, no son razones suficientes para solicitar asilo. Una persona debe sufrir persecución y/o violación grave de sus derechos humanos para solicitar asilo.
El asilo es un derecho humano previsto en la Legislación Internacional que puede beneficiar a cualquier persona fuera de su país. Estados Unidos lo reconoce y considera los casos de asilo cuando la persona es perseguida o tiene temor a ser perseguida por raza, religión, opinión política, nacionalidad o pertenencia a un determinado grupo social y violencia doméstica.
La abogada Ingrid Morfa aseguró que no todas las solicitudes de asilo son aprobadas. Sin embargo, cada solicitante tiene acceso a procedimientos justos y efectivos para la evaluación de de su caso. Explicó la letrada que mientras la solicitud esta en trámite el solicitante tiene derecho a no ser devuelto a su país de origen y se les otorga un permiso de trabajo que le permite ganarse la vida dentro en Estados Unidos.
Para introducir un caso de asilo no solo se debe cumplir con el principal requisito que es sufrir persecución o violación grave de los derechos humanos, sino además se debe estar en territorio norteamericano físicamente, haber llegado hace menos de un año, no haber estado reasentado en otro país, no haber cometido ningún delito, ni que se te considere una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. La abogada Morfa explicó que hay personas que cumplen con todos estos requisitos pero que han estado reasentados o viviendo en otra nación y podrían aplicar siempre que la persecución o violación de sus derechos continue en este otro país.
No hay un tiempo estipulado para que las autoridades aprueben un asilo. Hay personas que pasan varios años en espera y otros solo un par de meses. Pero, cuando finalmente el aplicante tiene una respuesta positiva a su caso podrá permanecer y trabajar legalmente en Estados Unidos, además de pedir asilo para hijos menores de 21 años y cónyuge.
Solicitar asilo es un proceso engorroso y la vía más aconsejable es encontrar un abogado de inmigración con vasta experiencia para que represente a la persona solicitante de asilo. Muchas personas contratan a un paralegal o notario para que los ayude en este procedimiento por ser más económico y en la mayor parte de los casos gastan el doble porque deben a mitad del proceso buscar un abogado porque el procedimiento no se llevó con la rigurosidad requerida por las autoridades competentes. También, hay instituciones ligadas a la iglesia y la sociedad civil que prestan ayuda a personas sin recursos a introducir su asilo.
El Gobierno de Estados Unidos no desampara a las víctimas de violencia doméstica sin estatus migratorio. Estas tienen protección desde el 1994 cuando el Presidente Bill Clintón firmó la Ley de Violencia Contra la Mujer (VAWA). VAWA permite la posibilidad de optar por su residencia permanente a ciertas personas que han sido abusadas o han sido víctimas de crueldad extrema por parte de un ciudadano americano o un residente permanente.
Esta ley puede amparar a cónyuges, ex cónyuges, padres, hijos e hijastros, sin importar como entraron al país. En relación a las parejas, hay que tomar en cuenta la fecha de fallecimiento del agresor y/o fecha de divorcio con el agresor. Cuando se trata de relaciones de padre-padrastro e hijos-hijastros, hay que tomar en cuenta la edad del hijo. Si el hijo es el agresor, debe tener más de 21 años. Si el hijo es la víctima, deberá tener menos de 21 años.
El título de la ley se refiere a la protección de víctimas femeninas, pero la ley también brinda cobertura a los hombres abusados. Bajo esta ley, hombres y mujeres tienen la misma protección. Según National Coalition Against Domestic Violence, 1 de 4 mujeres son víctimas de violencia doméstica y uno de cada 7 hombres.
USCIS considera diferentes tipos de violencia que incluyen física, psicológica, sexual, y económica junto con amenazas de deportación y la negación de apoyo. Este proceso es cien por ciento confidencial para proteger a la víctima (el aplicante). Las autoridades de inmigración no divulgan nada sobre la solicitud al agresor.
Las autoridades de migración están conscientes de los desafíos que representa para el peticionario reunir pruebas del abuso, en especial cuando la víctima reside con el agresor. Por eso no hay una lista definida de las mismas. Se consideran evidencias las declaraciones juradas de terceros, evaluación psicológica de la víctima, fotos y reportes policiales. No obstante, estos últimos no son requeridos bajo esta ley.
Debo recalcar que si una víctima tiene antecedentes penales, orden de deportación y/o violaciones migratorias graves, no necesariamente le cohíbe obtener este beneficio.
Migrar es más que trasladarse de un lugar a otro, representa un duelo por la pérdida que sufre el inmigrante al estar obligado a dejar su país en la búsqueda de un futuro mejor. Las razones son muchas, como la falta de trabajo, violencia, guerras, persecución, entre otras. En todos los casos, además de los problemas que trae el proceso migratorio como son: las condiciones de desplazamiento, las dificultades económicas y el rechazo en el país al que se llega, se le suma la pérdida significativa de los vínculos con la tierra y las personas que le vieron crecer.
En muchas ocasiones, la persona antes de migrar se hace grandes ilusiones con el país de destino; pero al llegar no todo es como le habían dicho o como se imaginaba. Se encuentra frecuentemente con condiciones difíciles de vida, problemas para encontrar trabajo, para legalizarse, dificultades con el idioma, la cultura, las leyes, el sistema, etc. Esta nueva realidad implica grandes retos que ponen en una delgada línea el éxito o el fracaso.
Es importante tener presente algunos elementos claves durante el sentimiento de desamparo y desorientación que puede generar el proceso migratorio.
Una de cada cuatro solicitudes de “green card” es aprobada a través del matrimonio de un extranjero con un ciudadano estadounidense o con un residente permanente. Esto hace pensar que el casarse es una forma rápida de obtener un estatus legal en EEUU. Sin embargo, es un proceso legal que se tardará según USCIS alrededor de 14 meses para los peticionarios de ciudadanía estadounidense y de 29.5 a 70.5 meses para los peticionarios residentes permanentes.
Casarse de forma fraudulenta, por dinero o amistad, traerá consecuencias graves a la pareja que van desde enjuiciamiento, cárcel, multa, denegación de visa y deportación, según la abogada Ingrid Morfa.
No siempre con el matrimonio se podrá legalizar el estatus migratorio de una pareja. Los procesos dependen de la combinación del estatus del peticionario y la forma de entrada del beneficiario. El acceso a una residencia vía matrimonio es más factible cuando el beneficiario ha entrado legalmente a Estados Unidos. Sin embargo, no siempre es una limitante el haber entrado en forma ilegal. La Dra. Morfa, aseguró que se debe estudiar caso por caso y es por eso que se debe acudir a un abogado que pueda asistir a las personas interesados.
736 millones de féminas en el mundo han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, según ONU MUJERES. Una cifra alarmante que pone sobre el tapete un problema de salud pública para el mundo. Las consecuencias de esta problemática van desde la transmisión de enfermedades como el HIV, los embarazos no deseados hasta la pérdida de la vida.
Los gobiernos tienen la obligación de prevenir la violencia doméstica, así como de proteger, apoyar y garantizar el acceso a la justicia y los servicios para las víctimas. Sin embargo, las altas tasas de feminicidios de América Latina y su impunidad demuestran que son débiles las acciones de estos países en el abordaje de la problemática. Esa es la razón que lleva a muchas mujeres a traspasar las fronteras de sus países huyendo de sus agresores para preservar su vida y la de sus hijos e hijas.
En Estados Unidos se puede solicitar asilo sobre la base de ser víctima de violencia doméstica. Esta problemática es considerada como una actividad criminal de la lista contenida en la Trata de Personas dentro de las Leyes de Inmigración. El término incluye una amplia variedad de acciones que no solo se refieren a el maltrato hacia la mujer, sino que incluye el abuso infantil, la violencia filio-paternal y el abuso hacia ancianos.
El caso de Araceli Bonilla, en el 2014, tuvo mucho impacto en los medios de comunicación porque fue muy positivo en el reconocimiento de la violencia doméstica como base para el asilo. La historia de esta madre hondureña de 37 años fue narrada miles de veces en prensa escrita, radio y televisión. Esta mujer recibió por parte de su pareja repetidas golpizas que la llevaron al hospital, después de muchas amenazas de muerte. Sus brazos aun tenían las cicatrices de quemaduras hechas con un parrilla ardiente (marcada como ganado), cuando se presento ante el juez. Desesperada huyó de su casa y llegó a Estados Unidos buscando protección.
Una historia real y conmovedora de violencia doméstica que fue presentada con argumentos sólidos y defendida por abogados de experiencia dio un resultado esperanzador para miles de personas que sufren este tipo de situación.
Han pasado 10 años después de este fallo que allano el camino para muchas mujeres que sufren violencia y que desean quedarse legalmente en Estados Unidos. Sin embargo, las posibilidades de que los solicitantes tengan un fallo positivo depende de los antecedentes del juez, de la ciudad donde se ventila el caso y si la persona cuenta con un abogado, según estudios hechos por Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Syracuse. Las mujeres que tienen abogado se les ha permitido permanecer en el país más del 26 por ciento de los casos.
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